Mujeres

La canción de “Mujeres” de Ricardo Arjona, me lleva a este episodio en mi vida…

En el festejo del 10 de Mayo de 1998 (Día de las Madres), se invitó a las mamás de los alumnos de la Secundaria No. 11 de Mexicali, para que pasaran un rato agradable entre los bailes de danza folklórica (Calabaceado, donde yo rompí mi tacón), los modernos (Wannabe de Spice Girls, por un grupo de chicas de mi salón), la típica declamación de “Oda a la madre” (o algo parecido), la interpretación de las canciones favoritas de las mamás: Amor eterno, Señora, Señora, Así fue (ya era muy famosa), y otras canciones dedicadas a ellas. No recuerdo muy bien si fueron volovanes, ensalada de pollo o que la comida, obviamente, su aguita de sabor, o soda, pero todo así bien tranquis. Se acabaron los números escolares y cuando pensaron que ya era todo…

Zaz!, que empieza alguien a cantar una cumbia o algo así, y las mamás con sus antenitas poderosas, comienzan la búsqueda de aquella persona con la voz que las transporta a una pista de baile, cuando aparece este muchacho güerito, alto, flaquito, con su chalequito, bien rockstar (si, y cantando cumbias) y que se arma la pachanga… interpretó varias canciones, como por una hora…

Todo estaba muy padre, ya había oscureció, no era tarde y al grupo le faltaban dos canciones que jamás olvidaré, cuándo cantan:

Señora de las cuatro décadas

Y pisadas de fuego al andar

Su figura ya no es la de los quince

Pero el tiempo no sabe marchitar

Ese toque sensual

Y esa fuerza volcánica de su mirar

Señora de las cuatro décadas

Permítame descubrir

Que hay detrás de esos hilos de plata

Y esa grasa abdominal

Que los aeróbicos no saben quitar

Señora, no le quite años a su vida

Póngale vida a los años que es mejor

Señora, no le quite años a su vida

Porque notelo usted

Al hacer el amor

Siente las mismas cosquillas

Que sintió hace mucho más de veinte

Nótelo así de repente

Es usted amalgama perfecta

Entre experiencia y juventud…

… Cómo sueño con usted señora, imagínese

Que no hablo de otra cosa que no sea de usted

Que es lo que tengo que hacer señora

Para ver si se enamora

De este diez años menor.

Y las señoras todas locas gritando “ahhhh, wooooow” y cantando la canción. La verdad, esa canción siempre se la dediqué a mi mami, y a ella le fascinaba, pero no sabía que a las demás señoras les pasaba lo mismo. Recuerden que antes sólo teníamos la televisión y el radio para nuestra diversión y ocio.

Terminando esa canción empieza lo que hasta el día de hoy es el himno.

No se quien las inventó

No se quien nos hizo ese favor

Tuvo que ser Dios

Que vio al hombre tan solo

Y sin dudarlo pensó en dos, en dos…

Como buenas fans de Arjona, coreaban cada fragmento de esta canción:

Dicen que fue una costilla

Hubiese dado mi columna vertebral

Por verlas andar

Despues de hacer el amor

Hasta el tocador sin voltear,

Sin voltear… sin voltear

Y si habitaran la lina

Habría más astronautas que

Arenas en el mar

Más viajes al espacio que historias

En un bar… en un bar

Porque negar

Que son lo mejor que se puso

En este lugar

En este momento de la canción, mesabancos, sillas, comida, sodas, agua, y todo lo que tuvieran cerca, realmente, quedó a los lados de la cancha de basquetbol, y el centro quedó despejado para tratar de tocar a su rockstar, a su intérprete, donde más de una le tiró el calzón al pobre hombre.

Mujeres

Lo que nos pidan podemos

Si no podemos no existe

Y si no existe lo inventamos

Por ustedes (2)

Mujeres

Que hubiera escrito Neruda

Que habría pintado Picasso

Si no existieran musas como ustedes…

Terminó el grupo con un “Gracias a todas, buenas noches” y las mamás, no, bueno, estaban super super alteradas que le pidieron que cantaran de nuevo la canción. Y obviamente, ellos lo hicieron.

Ese año de 1998, donde Arjona era más que un artista, un trovador, era el poeta que toda mujer anhelaba y que lo tenía, aunque sea en un CD, cassette o radio,

Ese festejo del Día de las Madres, nunca se les olvidará, lo negarán, pero no lo olvidarán.