jueves, 23 de mayo de 2013

Coro Canto y Esperanza


Siempre he pensado que Dios hace las cosas por algo, y que todos somos un instrumento para sus planes, unos son como el azadón, otros las semillas, otros el abono y así. Pero cuando volteo al pasado para ver como he madurado, llegan esos momentos, esas imágenes imborrables para mí.
Para esto mi mamá siempre me animaba a seguir a Dios, ir a misa, a algún servicio, y así fue como conocí los Adventistas del 7mo. Día, los Testigos de Jebús, los Apostólicos, en fin, varias religiones, donde el punto siempre es conocer a Dios.
Entonces, llega el año 2000, y no crean que fue porque el mundo se iba a acabar y así, sino porque tengo un amigo, que se llama Paco, que quiero mucho, pero en ese entonces, sólo lo conocía por ser el amigo de mi primo. Y como nos subíamos a los mismos camiones para ir a la escuela me dice un día:
“Te invito a un grupo de jóvenes en la Iglesia (católica) que está a una cuadra de tu casa”
Y en mi interior quería decir no, pero me salieron otras palabras “Sí, ahí nos vemos”
Ohh sí, no crean que fui ese sábado, ni el que le siguió, ni el que le siguió, y después de tantas negativas, todos los días me encontraba a Paco en la mañana, en la tarde, y me recordaba de lo del grupo, y como ya estaba un poco harta, le dije que sí, que esta vez sí cumpliría mi promesa de ir. Llegó el día, y como buena estudiante, me gustaba despertarme un poco temprano (ayajá) pero equis, entonces, como a las 8 de la mañana suena el teléfono y sí, era él, Paco, recordándome que tenía una cita con el grupo y bla bla bla. Fue a mi casa a las 12 pm para recordarme del grupo y yo con mi cara de “Sí Paco, ahí nos vemos”. Y hubo una última llamada antes de las 4, que él ya iba y que me esperaba. En mi mente era “oye, ni mi amigo eres para salir con esas cosas”. Por una u otra cosa, no sé, me arreglé tarde y llegué como 10 ó 20 minutos tarde, y al fin llegué, parecía que había interrumpido algo muy, pero muy importante, y yo entré, así muy callada, y vi a ese grupo de jóvenes que cambió mi vida por completo. Terminó el tema y pues ya me presenté, y la verdad, me dio un poco de pena, pero como siempre, lo supero. Cuando ya terminó lo del grupo, me disponía a irme, pero no, Paco, como sabía que me gustaba cantar, me dice “No te vayas, vamos a ensayar el coro” y yo con cara de ¿Qué?, pero me quedé, y fue donde encontré mi apostolado: el Coro.
Sus integrantes fueron: Eloísa, Felipe, Rogger, Ray, Vero, Isa, Pipo, Mike, Paco y desde ese día, yo. Sus cantos, no me los sabía, pero luego de ensayarlas algunas veces, y me refiero que su ensayo duró dos horas, creo que hasta me las aprendí de memoria. Lo último que supe fue “Nos vemos en misa de 11am”.
Las únicas misas que recordaba eran: el bautizo de mi hermana, el bautizo de mi hermano, mi primera comunión y hasta ahí. Lo demás no importaba, nuevos hábitos, nuevos amigos, y sobre todo, una nueva actitud. Como aprendo rápido, no me fue difícil aprenderme los esquemas, lo difícil fue llevarme bien con ciertas personas, que, en ese momento yo no pensaba que teníamos problema, pero luego salió que sí. También había un chico que mujer que entraba al coro, siempre quería andar con ellas, y por lo general, eran más chicas en edad que él. En fin, era un grupo muy padre, y pese a cosillas con las que no estaba de acuerdo, me gustó mucho. Tanto que invité a uno de mis grandes amigos a entrar, su nombre es Ángel. Después, el grupo cambió de integrantes muchas veces, como por un año, y los constantes éramos Paco, Ángel y yo, y de ahí se unió Tavo, de repente iba Pipo. Fue cuando nos apoyaban los maestros Huitrón, la verdad, aprendí mucho de ellos, y conocí facetas en el coro, que hasta el momento, no sabría que hacer sin ellas.  Pero ellos también, por sus ocupaciones, dejaron el grupo, pero llegó, quien hasta el día de hoy, es mi amigo, padrino, Rodrigo. Un poco de tiempo después, llegaron Mónica, Melisa, Blanca, David y muchísimos más.
Creo que ya tenemos los 10 años juntos, como amigos, como coro, y siguiendo un apostolado que amamos.
No quiero decir que siempre ha sido amor, ternura, pero hemos aprendido en el camino, que las cosas que hagamos, sean cuales sean, tienen que ser primero para Dios, luego nosotros y luego la familia, en el entendido que cada decisión que tomemos, tendrán que ver con estos tres puntos.
Llegó un momento que nuestro coro creció, tanto que llegamos a ser 30, grandes, pequeños, pero las cosas cambiaron cuando entro un sacerdote a la rectoría, porque antes era capilla y pertenecía a la Parroquia de la Sagrada Familia. Y por crecimiento, nos dividieron para cubrir las misas. Y para mí, cambió en el sentido, que tenía otro apostolado, y mis decisiones de vida motivaban a cambiar un poco mis responsabilidades. Pero sabía que cuando llegara a misa, sin haber ensayado, mis amigos me recibirían con los brazos abiertos, y con un “hasta el frente, hoy cantas”.
He aprendido que no se tiene que tener un grupo enorme para que se escuche muy bonito, pero también aprendí a cantar con el corazón, y que, gracias a lo que esté cantando, la gente reza más.
Sólo quiero decirles a todos mis amigos de del Coro: los amo mucho, y siempre serán parte de mi vida, y no tengan miedo del llamado del Señor, él lo hace a su tiempo y cuando él lo decide. Gracias a que me integré a los 16, dos años después hice mi confirmación, y me gustó mucho, porque lo hice consciente de que es lo que quería hacer. Entren a grupos, rían, vean temas, endulcen su alma, con oración, leyendo la biblia, sin importar lo que digan los demás.
Y sobre todo, si están en la edad de andar de novios, que sea alguien afín con lo que haces, a lo mejor no es tan intenso como para estar en el grupo, pero si te ama, te apoyará, nada de que no te dé “permiso” para estar ahí. Permiso, sólo de sus padres, no lo olviden.
Ojalá muchas personas tengan la oportunidad de vivir lo que yo he vivido con mis grupos de la iglesia, porque gracias a ellos, soy así, neutral.
Bye.
h


viernes, 3 de mayo de 2013

Cuestión de honor



La primer película que recuerdo interesante. Creo que salío en el año 1992 y yo tenía como 8 años, pero no la ví hasta que tenía como 10, todo porque mi amiga, nana de la infancia y quien me guió por el gusto en el cine, Yamileth, la tenía en su casa y ps va, la ví, me encantó, como no siempre serán caricaturas, o como no siempre tienen un final feliz.

Y creo que fue lo que me hizo pensar en un futuro para mí, aunque claro, esto no lo sabría hasta llegar a la secundaria.

Sí, durante mi estancia en la escuela primaria, fui dos años muy, pero muy perezoza, y si no es por mi amiga Lily, no sé que hubiera hecho. 

Y regresando a la película, me gusta pensar en ella como mi inspiración a metas, objetivos que ni siquiera sabía que tenía y que a la vuelta de algunos años, están cumplidos.

Tienes una buena excusa para verla: es una película de los 90's (por aquello de la onda hipster), tiene a Demi Moore, Jack Nicholson y sobre todo, un Tom Cruise que estaba en su mejor momento