viernes, 8 de julio de 2016

Aventuritas: L.A.

Cuando el Agus va de viaje por su trabajo, por lo general, va de ida y vuelta, y solo... Pero esta vez, como de costumbre, dije que no, pero como son vacaciones para muchos, y la verdad, no he salido de la ciudad, me convencí a mi misma de ir, después a mi jefe (que fue toda una odisea, porque era un viaje entre semana).

Entonces, la aventura se compone de varias partes:


1. El Permiso de Internación a EU: Es un trámite (nuevo en ese momento para mi) que, llegado en un punto de revisión, te lo piden para seguir adentrándote al país. Es un show, porque te piden algunos papeles (visa, carta de trabajo, nómina, estados de cuenta y comprobante de domicilio). En sí, es más la espera que la realización del trámite. Y como estamos en época vacacional, hice una fila de DOS HORAS para poder entrar con el migra, llegué a las 9:00 pm. Hasta eso, duré como 10 minutos, y muy feliz yo con el papelito en mano, a pagar, otra migra afroamericana me lo quita, y que lo pague con la visa. Repito, nunca había hecho este trámite, Entonces, platicando con la familia de enfrente, pues no era normal, en mi mente solo podía pensar en "me vió cara de que me quiero ir a vivir para allá". Fui a preguntar a otro migra afroamericano, y con mi inglés de duolingo/secundaria, me di a entender, y total, me dijo que él lo tenía, y que pagara y presentara mi visa, y ya me lo darían. Bueno, me regreso a la fila y oh sorpresa 11:20 pm. Pero la caja la abrían a las 12:00 de la noche, osea, otros 40 minutos más. Y súmenle que estaba en mi segundo día de periodo. Ya no sabía que hacer, si reír o llorar, pero aguanté, a las 12:20 pagué mi dichoso trámite, y yo no sabía que tenía que cruzar a Calexico y en una vuelta en U, de regreso a Mexicali, al final, a la 1 am me dormí, 


2. El viaje a Ontario, CA: 3am arriba, a bañarme, arreglarme, y salir disparados a hacer fila para cruzar. 4:45 rumbo a Ontario, ya traiamos sodas, papitas, galletas, chicles, y el Agus manejó como por 1 hora y llegamos al punto de revisión para pedirnos el dichoso "permiso", y seguimos en el camino como por otra hora. Ya me estaba quedando dormida y el Agus empezaba a bostezar mucho y le digo que nos paremos en un área de descanso, para que se durmiera un rato. Llegamos a las 6:45 y él si se durmió la hora, yo solo dormité, pero la verdad, estaba muy rico el clima, así con friito rico, y obvio, yo sin sueter.  Mientras tanto, escuchaba a Piolín o algo así, pero a la hora, de nuevo en carretera, y como media hora más me dice el Agus; llegamos: pero mentira, hicimos media hora de trafico y para Los Angeles, faltaba otra hora por el tráfico, ya llegamos al lugar a donde debía reportarse el Agus, dejó el paquete, y nos fuimos a desayunar al Dennys. Y su jefe le dice: todavía no te regreses, pasea un rato y te marco. Y encontramos lo siguente:













3. Ontario Mills: Osea, es el Centro Comercial, es de tiendas de marca, pero con costos más bajos, pero enorme, tres horas y no terminamos, y eso que casi no entramos a las tiendas, pero conocí el porqué la gente va a L.A. por ropa, calzado, accesorios, y no gastas tanto, en Calexico hay un Outlet, pero es como 4 veces más chico. Y las tiendas están grandísimas, y cuando menos lo esperaba, el área de cocina: con muchas opciones, lo raro fue no encontrar comida mexicana jajaja, pero equis, comimos de un lugar que hace productos tipo subway, riquisimo, y llenador, la verdad, una gran experiencia. Y lo mejor: NO COMPRÉ NADA, NI ROPA (porque entré a Forever 21 y tenían una promoción, pero se acabó la talla que uso y negativo). Pero caminamos bastante, y fue genial. Nota; durante la estancia en el Centro Comercial, si tenía que preguntar, todos hablaban inglés, y pues me forcé a hablarlo :D 

 
  




4. De Regreso: La carretera está tan amigable que no te das cuenta que vas ascendiendo o descendiendo, saliendo de Ontario, le dije al Agus: si quieres manejo, pero primero no me tomaba en cuenta, después de casi dos horas de manejar me tomó la palabra y oh sorpresa, él se durmió, y pues como dirían: fierro por la 300 :D. La verdad, desde que tomé el volante, iba detrás de un carrito azulgrisáceo, y pues trataba de no perderlo de vista, hasta que ya casi ibamos llegando el Agus me dice: que bien, ya te puedo traer para que manejes, pero ya le conté mi secreto y él: no importa, lo hiciste y eso es lo que cuenta.



Conclusiones: Viajé a Los Ángeles, manejé en carretera, hablé en inglés, todo lo demás, no tuvo precio. Otra cosa que noté, andaba cerca de donde vive Jackie Hernández, la vlogger jajaja pero me dió pena con el Agus decirle.

Siempre agradezco estos momentos, que a veces me reprimo de vivirlos, siento demasiada responsabilidad, debo de alivianarme un poco más.