Era la primera vez que existíamos sin ella, sin su supervisión, sin "sus reglas", y sobre todo... sin sus regaños y consejos.
A la señora se le ocurrió irse, a visitar a su familia, en plena época navideña, y sobre todo, dejando a mi padre, al mando de la casa (lo que pasó, fue que él me dijo, "pues arréglatelas").
En fin, me acuerdo perfectamente, que mi papá me dice: hija, ve a comprar los regalos de navidad para tus hermanos, no sé, que no todo sean juguetes... Obviamente, a mis 18, pues equis, me los llevo, para comprarles ropa y luego envolverla, y, recuerdo que entre, ropa interior, algún pants, un juguete para mi hermano, ropa para mi hermana, y obvio, calcetines para mi papá, terminamos con mucha hambre.
Y como ya no queríamos caminar más, llegamos a este lugar. Porque obvio, siempre he sido buena para encontrar ofertas y pues #yolo.
El punto es que no recuerdo que pedimos, sólo sé que comimos ahí mis hermanos y yo, contando los días para que mi mamá llegara, sólo tenía una semana ausente y le faltaba un mes.
En días pasados, vi la foto, y me acorde de esto. A veces, solo vivimos, y no nos damos cuenta de todos los cambios que hay.
Por cierto, creo que solo era la fama de que era un lugar de antaño, pero creo que no tenían buen sazón.
Saludos y no salgan al sol, si hay 48°C y 53% de humedad.
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